A finales de 2022, Genneia impulsó una iniciativa de economía circular: un taller de carpintería donde se utilizaron maderas sobrantes de la construcción del Parque Solar Sierras de Ullum. Conversamos con Marcelo Parodi, capacitador del taller, quien hizo un balance de la actividad y nos ayudó a entender ese nuevo modelo sustentable de vivir y hacer en comunidad al que adherimos como empresa
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“¿Me alcanzas la sierra circular, por favor? Está al lado de la clavadora neumática”, le pide a su colega.
“Acá está, no te olvides de ponerte los guantes, antiparras y sordines”, le recuerda.
“Desde ayer estoy pensando en construir un mueble nuevo…”, cierra los ojos y se adivina una media sonrisa por debajo del barbijo.
“Ah, ¿sí? ¿qué?”, pregunta con los ojos bien abiertos.
“Una cuna, para mi futuro nieto”.
Esta conversación, que podría suceder en cualquier taller, ocurrió en un lugar distinto: el aula de una escuela, la EPET N° 9 de la localidad de Ullum, en la provincia de San Juan. Y con protagonistas muy especiales, un grupo de mamás que se animaron a traspasar las puertas de la entrada de ese lugar que es territorio de sus hijos, para aprender el primer oficio de sus vidas: la carpintería.
Durante tres meses, entre octubre y diciembre, estas mujeres aprendieron el arte de cortar, cepillar, calar, fresar, atornillar, clavar, encolar, lijar y pintar madera. Y a utilizar con aplomo y seguridad desde sierras circulares hasta taladros y atornilladores inalámbricos, entre muchas otras herramientas.
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Con sus manos, construyeron prototipos de maceteros urbanos, un mueble para separación de residuos, un sillón, un recibidor, un cartel con información turística. La terminación, con barniz y pintura, la realizaron los estudiantes de la Escuela de Educación Especial Múltiple de Ullum.
Hoy, una de esas obras (el cartel) luce en un concurrido cruce turístico de Ullum y el grupo de 8 carpinteras planifica la producción de este año, en vistas a comercializar su mobiliario y contar así con una fuente de ingresos adicional en sus hogares.
Toda historia tuvo un comienzo, y el de esta, varios meses antes en el paisaje de serranía donde Genneia comenzaba a construir su segundo parque solar en San Juan: el próximo a inaugurarse Parque Sierras de Ullum. Allí, pallets y rodillos de madera comenzaban acumularse a medida que las obras eléctricas y de montaje de los paneles solares avanzaban.
Bloques, tablas y listones de eucalipto, placas de madera multilaminada y enormes carreteles que ya habían cumplido la misión para la cual habían nacido (contener y transportar materiales eléctricos), pero aún con un enorme potencial para quien los mirara parado en una sensibilidad particular: la del cuidado del medio ambiente y de los recursos del planeta.
Fue así que, desde el área de Sustentabilidad de Genneia, surgió la idea de utilizar esos materiales como puntapié de una acción de economía circular, que beneficiara al medio ambiente y a las personas. Para ello, armó equipo con un especialista en proyectos de economía circular: el arquitecto y docente sanjuanino Marcelo Parodi.
Agente de cambio
Parodi se presenta como un “apasionado de agregar valor con el trabajo y ser agente de cambio” para cuidar del medio ambiente y de las futuras generaciones. Desde hace años, a la par de su estudio de arquitectura y horas de docencia, dedica su energía a impulsar proyectos de economía circular en el ámbito de la provincia de San Juan.
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Su experiencia y compromiso fueron claves al momento de convocarlo como capacitador para los talleres realizados en las escuelas de Ullum.
— Hablamos mucho de economía circular, pero nadie con más autoridad que vos para explicar el público de qué se trata… ¿lo podés explicar con tus palabras?
— Entiendo a la economía circular como un nuevo modelo de producción y consumo más responsable, coherente y superador del modelo actual lineal de: extracción, fabricación, consumo y residuo. Es circular porque propone reciclar o reutilizar materias primas en desuso para reinsertarlas al sistema productivo con una nueva vida útil. De esta manera, se reduce la generación de residuos y se evita el agotamiento de los recursos.
— ¿Por qué el taller de carpintería de Ullum se enmarca en este modelo?
— Principalmente, porque se reciclaron “residuos” de madera de la obra del Parque Solar Sierras de Ullum, como “materia prima” para la construcción de muebles. También porque Genneia aportó maquinaria, insumos y herramientas para que se pudiera crear un taller en las escuelas donde se capacitó a los asistentes en construcción de muebles con madera 100 % reciclada.
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— ¿Cómo fue la planificación de la iniciativa?
— Tuvimos varias reuniones con Carolina Langan, jefa de Sustentabilidad de Genneia, donde delineamos el trabajo a realizar. Realizamos un estudio de prefactibilidad para saber con qué actores locales se podía articular y trabajar: uniones vecinales, escuelas, cooperativas y municipio. Luego se realizó un relevamiento para ver quienes contaban con instalaciones adecuadas y personal de apoyo para llevar adelante la experiencia. Luego, firmamos un acuerdo con cada escuela, estableciendo los objetivos, la metodología de trabajo, los tiempos, los alcances, y el compromiso de ambas partes. Finalmente, se firmaron las dos actas de donación e inmediatamente se comenzó con el dictado del taller.
—¿Notaste algún cambio o crecimiento personal de los participantes durante el taller?
—La mayoría de las participantes no tenían ningún tipo de experiencia en carpintería ni tampoco en manejo de máquinas y herramientas. Pero a medida que el aprendizaje avanzaba fueron ganando confianza y terminaron por sí mismas los prototipos. Al final del taller, estaban entusiasmadísimas por ver terminados los prototipos y, sobretodo, el cartel de info turística colocado al costado de la ruta.
—¿Algo para destacar de todo este proceso?
— ¡Si! La excelente predisposición a trabajar en equipo, las ganas de aprender, la alegría y dedicación para pintar el cartel de información turística que me enseñaron los 10 alumnos con capacidades diferentes de la Escuela Múltiple de Educación Especial. A veces el mejor aprendizaje nos toma de sorpresa, y uno entiende que dando es la mejor manera de recibir.