Las inspecciones visuales de palas forman parte de las rutinas de mantenimiento de nuestros parques eólicos. Gracias a drones, cámaras de altísima definición e incluso robots, la “piel” de los aeros nunca estuvo más cerca de nuestros ojos

_____

El viento sopla a más de 50 km por hora sobre la superficie del valle de Pomona. A 120 metros de altura, la medida de nuestros gigantes, la velocidad del viento se incrementa significativamente. La danza del aerogenerador 19 se detiene poco a poco, se prepara para el fotoshooting. El fotógrafo encastra la cámara con teleobjetivo sobre un trípode. Se encuentra a 150 metros del aero, pero esto no le impedirá capturar perfectos primeros planos de cada centímetro de las palas de fibra de vidrio.

El fotógrafo, podemos llamarlo ahora técnico u observador, inspecciona la superficie con la ayuda de la mira telescópica y registra los hallazgos presionando el botón de disparo. Se toma su tiempo: es preciso contar con imágenes calidad close up. Y de repente la sesión de fotografía se nos presenta en su verdadera naturaleza: una obsesiva recolección de evidencias.

La anterior escena representa una inspección visual externa de las palas de los aerogeneradores, a través de una cámara fotográfica. A cargo habitualmente del tecnólogo (fabricante), desde hace unos meses esta tarea es también parte de la rutina del personal de Genneia en el Parque Eólico Pomona, ubicado en Río Negro.

Colaboradores de Pomona durante la capacitación en inspección visual con cámara fotográfica


“Por contrato, el tecnólogo realiza la inspección visual con drones, cámaras fotográficas, e incluso robots. Recientemente, Genneia adquirió el instrumental y contrató a un proveedor especialista en inspecciones de pala, quien nos brindó una capacitación para poder hacer la inspección visual in house con cámara con teleobjetivo y dar seguimiento a todos los hallazgos del tecnólogo”, explica al respecto Daniel Ruiz, Líder de Operación y Mantenimiento de Pomona.

Ayer y hoy

Las turbinas eólicas se han inspeccionado tradicionalmente mediante el ascenso de técnicos a las palas a través de cuerdas, tarea de alto riesgo que requería de un equipo de mínimo tres personas para completarla con seguridad, además de estar sujeta a condiciones climatológicas muy específicas.


Inspección mediante ascenso de técnicos con cuerdas


En los últimos años, con las nuevas tecnologías de captura de imágenes (drones y robots a control remoto, cámaras con teleobjetivo), la inspección de la superficie de las palas se desarrolla con “los pies bien puestos sobre la tierra”.

“Las inspecciones externas con estas tecnologías eliminan cualquier preocupación por la seguridad, ya que el técnico u operador puede permanecer a nivel del suelo. Además, a diferencia de los trabajos con cuerdas en altura, donde se requieren varias personas, la inspección con cámaras, drones o robots puede ser realizada por un solo operador, y en menor tiempo que con cuerdas, implicando menor indisponibilidad en los aerogeneradores inspeccionados”, comenta Ruiz, sobre las ventajas de estas técnicas.



Según los hallazgos que arrojen las imágenes, se puede decidir la inspección interna de la pala (por ejemplo, ante el impacto de un rayo, para determinar la ubicación del impacto y la dimensión de la fisura); o requerir una inspección por ultrasonido, con un técnico trabajando con cuerdas en altura; o simplemente hacer un seguimiento fotográfico más asiduo.

La inspección remota de la superficie externa de las palas resume nuestras prioridades como empresa generadora de energía eléctrica: eficiencia, seguridad y confiabilidad, ahora en alta definición.

Inspección visual remota: las técnicas en síntesis

Método de inspecciónTécnica

Drone


El observador opera un drone a control de remoto capturando imágenes de la superficie de las palas a muy corta distancia. 

Robot


El observador opera un robot a control remoto, el cual puede “caminar” sobre la superficie de las palas a través de un mecanismo succionador y obtener imágenes a mínima distancia 

Cámara


El técnica se ubica a 150 m del aero y utilizando distintas técnicas de captura que permiten obtener, con la cámara fotográfica, imágenes con suficiente calidad y nitidez para poder ampliarlas sin perder calidad.


COMPARTIR